Formación permanente 

Es el proceso formativo ininterrumpido de maduración del compromiso que el religioso contrae de por vida y por el que debe orientarse hacia la reforma incesante de su identidad vocacional y de las consecuencias derivadas de su entrega.

El objetivo principal de la formación es el crecimiento integral de la persona consagrada hacia la plena configuración con Cristo, de acuerdo al carisma congregacional.

Esta formación abraza todas las dimensiones de la persona. Tiende a perfeccionar la vida de seguimiento en Pobreza, Castidad y Obediencia en las condiciones concretas de la vida diaria.