Formación Permanente 

Es el proceso formativo ininterrumpido de maduración del compromiso que el religioso contrae de por vida y por el que debe orientarse hacia la reforma incesante de su identidad vocacional y de las consecuencias derivadas de su entrega.

El objetivo principal de la formación es el crecimiento integral de la persona consagrada hacia la plena configuración con Cristo, de acuerdo al carisma congregacional.

Esta formación abraza todas las dimensiones de la persona. Tiende a perfeccionar la vida de seguimiento en Pobreza, Castidad y Obediencia en las condiciones concretas de la vida diaria.

La Santísima Virgen María como modelo de consagrada es luz en nuestro camino; con nuestra devoción a ella encontramos en su maternal corazón el camino seguro y la fuerza que necesitamos para vivir nuestra dimensión activa-contemplativa de consagradas (Const. 10).

La vida religiosa encuentra en su Fiat y en su Magníficat la totalidad de su abandono a la acción consagratoria de Dios y el estremecimiento de gozo que de ella nace (Const. 33).

La Santísima Virgen María

El documento Orientaciones sobre la formación en los Institutos Religiosos, propone a la Santísima Virgen María como una de los agentes de la formación, ya que, entre todas las personas consagradas sin reserva a Dios, Ella es la primera y del modo más perfecto. Su amor esponsal alcanza su vértice en la Maternidad Divina por obra del Espíritu Santo. Como Madre, lleva en sus brazos a Cristo, y al mismo tiempo responde del modo más perfecto a su llamada como discípula. María lo sigue como a su Maestro en castidad, pobreza y obediencia; es el primer modelo para toda la Iglesia y lo es con más razón para las personas y comunidades consagradas dentro de la Iglesia. Cada religioso está invitado a reavivar su consagración religiosa según el modelo de la consagración de la misma Madre de Dios (Orientaciones sobre la formación en los institutos religiosos, No. 20)

La madre Margarita Méndez, Superiora General del Instituto, en su participación en la Asamblea de Superioras, Roma, Mayo 2025