Dios te llama
“Nada puede importar más que encontrar a Dios; amarlo y seguirlo nos lleva a la plenitud de la alegría”
Si escuchas la voz de Dios llamándote a un servicio, para vivir una vocación particular en la Iglesia, NO TENGAS MIEDO, el que te llamó no te dejará. Su gracia estará siempre contigo.


La invitación de Jesús: «Venid y verán» (Jn 1, 39) sigue siendo hoy la regla de oro de la pastoral vocacional. Con ella se pretende presentar el atractivo de la persona de Jesús y la belleza de la entrega total de sí mismo a la causa del Evangelio. Así pues, la primera tarea de nosotros los consagrados y consagradas consiste en proponer con la palabra y la fuerza del testimonio de nuestras vidas el ideal del seguimiento de Cristo, alimentando y manteniendo posteriormente en los llamados la respuesta a los impulsos que el Espíritu inspira en su corazón (VC 64)