Pastoral Parroquial

Realizamos la labor apostólica como continuación de la obra de Cristo en el mundo; en coordinación con las directrices de la Iglesia y en comunión con ella, procurando ser y vivir en sinodalidad.

Pastoral Litúrgica

Toda la vida litúrgica gira en torno a los sacramentos, y se orienta a traernos de Dios la salvación, la redención, la santificación, aquí y ahora, para toda la Iglesia.

Es el Misterio de Cristo lo que la Iglesia anuncia y celebra en su liturgia a fin de que los fieles
vivan de él y den testimonio del mismo en el mundo (Catecismo Iglesia Católica, 1068).

Pastoral Familiar

La familia es la célula fundamental de la sociedad y patrimonio de toda la humanidad. Ésta ocupa un lugar primario en la educación del individuo; es una verdadera escuela de humanidad y de valores perennes (Benedicto XVI).

Estamos llamadas a alentar los hogares cristianos a que sus miembros sean personas libres y ricas en valores humanos y evangélicos, en camino hacia la santidad, que es el mejor servicio que los cristianos podemos brindar a la sociedad actual.

“La alegría del amor que se vive en las familias es también el júbilo de la Iglesia. A pesar de las numerosas señales de crisis que viven nuestras familias, su deseo de permanecer en fidelidad continúa vivo, especialmente entre los jóvenes, y esto motiva a la Iglesia. Como respuesta a ese anhelo «el anuncio cristiano relativo a la familia es verdaderamente una buena noticia» (Exhortación Apostólica Postsinodal Amoris Laetitia)

Laicos Hijas de la Altagracia

Comunidad Las Minas de Baruta, Caracas, Venezuela

“Con el nombre de Laicos se designan aquí todos los fieles cristianos, a excepción de los miembros del orden sagrado y los del estado religioso aprobado por la Iglesia. Es decir, los fieles que, en cuanto incorporados a Cristo por el bautismo, integrados al Pueblo de Dios y hechos partícipes, a su modo, de la función sacerdotal, profética y real de Cristo, ejercen en la Iglesia y en el mundo la misión de todo el pueblo cristiano en la parte que a ellos corresponde” (LG 31). Todos los fieles laicos están llamados a esta común vocación a la santidad